Sheila Martínez Pfaffenzeller (24) no pasa indiferente ante un animalito abandonado. Junto a su familia y el contacto con distintas ONG e incluso veterinarias amigas busca siempre la manera de poder darles una mejor vida especialmente a gatos y perros.
Estudiante de ingeniería civil en Oberá, donde también vive con su familia, rescata constantemente animales de la calle y de manera independiente, sobre todo junto a su mamá, los sana, les encuentra nuevos adoptantes y les da tiempo y cariño.
‘‘Ni bien nos mudamos con mi mamá a este barrio, que está como en la periferia, empezamos a ver muchas gatos en la calle, estaban flaquitos, descuidados. Entonces los empezamos a alimentar, los cuidábamos... de a poquito los fuimos castrando...’’, contó Sheila denotando en su voz y sus historias, que vive con gran compromiso el cuidado de los animales.
En enero de 2021 también se sumó como voluntaria en la protectora de animales Salvando Huellas de su ciudad, aunque la carrera universitaria hoy le demanda más tiempo y debió relegar un poco esa actividad.
Actualmente tiene en su casa 22 gatos, en su mayoría negros, que -postuló- son los más discriminados y abandonados, y dos perros. Muchos de los animales están bajo tratamiento médico, son ya viejos o tienen enfermedades puntuales de las que Sheila ya entiende bastante por estar tan involucrada.
‘‘Es un trabajo conjunto’’, postuló Sheila sobre el acompañamiento de sus padres, de las protectoras, los profesionales veterinarios, que le dan crédito a cuenta y facilidades de pago y mucha gente en las redes que se suma a la causa.
‘‘Sin mis papás no podría, porque a veces tenemos animales lactantes por ejemplo y comen cada tres horas y yo por ejemplo tengo que rendir’’, detalló la estudiante.
Todo el trabajo es de manera voluntaria, con tiempo y recursos propios.
Al enterarse de que fue nominada y quedó como una de las diez finalistas para el reconocimiento que brinda año a año El Territorio, Sheila se mostró sorprendida y honrada y destacó la importancia de valorar todos los voluntariados en general.
‘‘La verdad que me sentí súper honrada porque esto es un voluntariado. Que exista esto, que lo reconozca me encanta y me sentí súper honrada porque además no estoy acostumbrada al reconocimiento y porque, claro, no lo hago buscando esto’’, detalló la joven.
‘‘Es muy lindo que reconozcan el trabajo voluntario’’, cerró.